En Cuba la gente que no tiene dinero para arreglar el baño, paga a los albañiles con servicio sexual. (*)

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La hija del Dictador cubano Raúl Castro y Directora del CENESEX (Centro Nacional de Enseñanza Sexual), Mariela Castro, se ha burlado en Amsterdam de forma muy natural y tomándolo con mucha gracia, de las personas que en Cuba, por no tener medios suficientes para afrontar sus gastos diarios, recurren a la prostitución como salida más cercana.

Según explica ella misma en una entrevista de Radio Nederlands Worldwide«algunas cubanas, que quieren arreglar el baño de su casa, y no tienen dinero, les ofrecen servicios sexuales al albañil hasta que les terminen el baño…». Añade Castro que estas personas después de conseguido su objetivo «no lo hacen más, porque no les gusta». 

Estas afirmaciones las hace ante responsables del Centro de Salud Prostitución P&G292 de la capital holandesa, donde la hija del General Raúl Castro ha conocido de cerca el trabajo de las prostitutas en el Barrio Rojo. En un momento de la entrevista, Mariela Castro reconoce la existencia de prostitución y tráfico de drogas en Cuba, extremos siempre negados categóricamente por el régimen castrista. «Al Malecón va todo el mundo, gente que ejerce la prostitución por su cuenta, para nosotros no es un problema», afirma.


(*) Por Mariela Castro.

Fuente: Nederland Worwide (minuto 1:40)

La UCI dedicada a la formación de expertos en la guerra cibernética y al espionaje cibernético.

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Parece inverosímil que en el país en donde el control de la información es absoluto, en donde el uso de computadoras hasta fecha reciente era considerado un delito, en donde el acceso a Internet está sometido al control del Estado y es un privilegio al que sólo tiene acceso libre la oligarquía que detenta el poder, exista una Universidad de ciencias Informáticas (UCI).

En verdad, en materia de formación académica en Cuba existe la mayoría de las disciplinas de las que debe disponer cualquier país, en particular cuando ese país se jacta de haber formado el mayor número de universitarios de América Latina. Pero la condición es que tanto las instituciones universitarias como el personal que de ellas egresa, deben supeditarse al control absoluto de Fidel Castro.

La especificidad de la UCI, como todo en Cuba, se debió a una decisión del Fidel Castro quien decidió proveerse de un instrumento que le permitiera formar profesionales en el marco de la llamada “Batalla de las Ideas”, como llamó el artefacto ideológico creado para contrarrestar las ideas de libertad que lograron imponerse en el ámbito de la izquierda y terminaron por derrocar los regimenes totalitarios de Europa del Este y comenzaban también a hacerse sentir en Cuba.

Fundada en 2002, el objetivo de la UCI es de informatizar el país y desarrollar la industria del sofware. Construida en 106 días, situada a 15 km. de La Habana, cuenta con un perímetro de 72 hectáreas, 80 edificios y su acceso está rigurosamente prohibido a quien no sea estudiante o miembro del personal. Las personas extrañas al centro deben contar con una autorización especial. El número de estudiantes alcanza los 10.000. No es necesario ahondar en el origen de los medios para la creación de dicho centro universitario en La Habana, si no es para recordar la reducción presupuestaria de los centros de estudios universitarios de Venezuela.

El otro elemento de interés, es que en ese mismo lugar, desde 1964, estaba emplazada la base de radares soviéticos, Centro de Exploración y Escucha Radioelectrónicos, popularmente llamado Base Lourdes, que le permitía a Moscú someter a control las radiocomunicaciones de EE.UU.: elemento decisivo de la batalla entre ambos imperios durante la Guerra Fría. Método que se impuso tras la crisis de octubre o Crisis de los Misiles. Los radares remplazaron los misiles. El pretexto era velar por el cumplimiento de los acuerdos de desarme nuclear entre la URSS y EE.UU. Washington consideraba al contrario, que se trataba de un centro de espionaje del cual Moscú obtenía información de alto nivel estratégico y militar relativo a la política estadounidense. La Habana percibía 200 millones de US Dólares por el alquiler de dicho emplazamiento. Se establecía así una suerte de simetría con la Base de Guantánamo por la cual Cuba percibe también un alquiler que el gobierno de Castro se ha negado cobrar desde 1959.

Adivinen con qué dinero fue construida en 106 días la inmensa Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, que ahora controlará todo lo electrónico en… Venezuela, elecciones incluidas.

Universidad

Al igual que cuando la Crisis de los Misiles, Moscú y Washington negociaron a espaldas de Fidel Castro y tras los atentados de las Torres Gemelas, el gobierno ruso decidió el desmantelamiento de la Base Lourdes, dejando fuera de la decisión a Fidel Castro. Una vez más Castro se vio enfrentado a la humillación y a constatar que la política mesiánica que había pretendido imponer en América Latina y en África se revelaba una quimera, pues dependía de los medios provenientes de la ex URSS.

Solamente después de la llegada al poder de Hugo Chávez y de disponer del petro-Estado venezolano, es que Fidel Castro ha podido con toda independencia dedicarse de nuevo a su proyecto de convertir a Cuba en el País Faro del cual ha pretendido imponer su “destino manifiesto”. Para Fidel Castro, la Base Lourdes significó solventar la decepción del despojo de los misiles. La decepción del despojo de los radares rusos, la solventó Hugo Chávez con sus petrodólares. Demás está decir que la Universidad de las Ciencias Informáticas está dedicada a la formación de expertos en la guerra cibernética y al espionaje cibernético.

El pilar del totalitarismo cubano, el Minint, contará desde ahora con expertos y con una dotación técnica del nivel de cualquier superpotencia, lo cual no deja de recordar el centro que abriga los locales de la CIA. En relación a América Latina y a los países del ALBA, se han firmado convenios, en particular con Venezuela a la que la UCI proveerá de “soluciones tecnológicas integrales”. Y como no podía faltar: “La UCI respalda la Misión Médica Cubana en Venezuela garantizando el adecuado funcionamiento de los sistemas informáticos, hay un estudiante en cada Centro de Diagnóstico Integral y en cada Centro Médico de Alta Tecnología donde están instaladas las aplicaciones informáticas que desarrolla la UCI, un estudiante se integra al personal de la Misión Médica cubana para tender los temas informáticos”

Ya lo dijo Fidel Castro cuando los sandinistas perdieron la elección presidencial que dio paso al gobierno de Violeta Chamorro: “Nunca más ‘perderemos’ una elección. A Fidel Castro nunca más se le tomará desprevenido. Ante un aparato de tecnología informática de esa envergadura costeado por Venezuela, y la instalación del cable óptico entre Caracas y La Habana, no hace falta adivinar desde dónde se controlará el sistema de votación del cual se ha equipado Venezuela.

 

Por Elizabeth Burgos

La Habana sin gladiolos

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El domingo amanecía otoñal y lluvioso. Una mujer -debajo de su paraguas- caminaba de un lugar a otro en busca de flores, sin poder encontrar justo las que quería. Entre las rosas, los claveles y las azucenas apenas se veía algún que otro gladiolo, ya marchito y descartado por otros que madrugaron antes o que no pegaron un ojo en toda la noche. Desde la tarde del 14 de octubre decenas de cubanos se lanzaron a comprar tantas de esas espigas de tallo alargado y pétalos delicados que los proveedores privados no daban abasto. Laura Pollán, la mujer que se había establecido en el imaginario popular vestida de blanco y con un gladiolo entre sus manos acababa de morir, era el momento pues de ofrendarle su propio símbolo. A falta de él, los amigos y conocidos le dedicaron entonces lirios, jazmines, mariposas y se fueron con ellos en las manos hasta la humilde casa de la calle de Neptuno, 963. Dentro, el ambiente era una mezcla de polen, sollozos y velas encendidas. Muchas de las otras mujeres que cada domingo la acompañaron en sus peregrinaciones por la Quinta Avenida estaban ahí, mientras afuera la lluvia no paraba de caer sobre La Habana.

El dolor tiene la capacidad de esfumar las rivalidades, aplacar las diferencias y acercar los abrazos. El fallecimiento de Laura ha actuado como un elemento aglutinador, al agrupar en la funeraria donde fue velada y en la salita de su casa al amplio espectro de la oposición, de los periodistas independientes, los bloggers alternativos y los activistas cívicos. La maestra de escuela, que falleció con 63 años, volvió a realizar en su muerte lo que era su gran don mientras vivía: la capacidad para conectar personas. Había tejido con su carisma y su paciencia vínculos entre líderes políticos y ciudadanos de a pie. Comenzó en esa labor desde que, aquella madrugada de 2003, varios golpes severos en la puerta le anunciaron que algo iba a cambiar irremediablemente en su existencia. Después de un exhaustivo registro policial, su esposo Héctor Maseda fue condenado a 20 años de prisión acusado de atentar contra la seguridad nacional. Su delito: pensar una Cuba diferente, encararse políticamente a las autoridades y colocar por escrito sus opiniones. Un total de 75 opositores fueron procesados en aquel marzo triste que quedó para siempre en nuestra historia nacional como la primavera negra. La lógica machista indicaba que las mujeres de esos disidentes arrestados se quedarían en casa llorando su dolor, mientras los maridos purgaban largas penas en cárceles bien distantes de sus provincias de origen. El Gobierno cubano contaba con que el golpe asestado a la oposición iba a persuadir a otros individuos inquietos de sumarse a las filas de los contestatarios. Creía también que aquellas esposas, madres e hijas se tragarían la protesta a la espera de que el silencio ayudara más a sus seres queridos que la denuncia pública del horror. Pero como todo cálculo político hecho desde la altanería del poder, le salió mal.

Si algún fenómeno cívico ha resultado denigrado hasta el exceso en los medios cubanos, ese ha sido el de las Damas de Blanco. Contra ellas se ha desarrollado todo tipo de guerra mediática, de experimentos de intimidación y hasta los mítines de repudio alcanzaron frente a la puerta de Laura Pollán su diástole más alta. Los reporteros oficialistas las llamaban las Damas de Verde, en alusión a la ayuda económica que recibían de cubanos exiliados para llevar de comer a sus maridos presos. Curiosa ironía, un Gobierno que ha utilizado las arcas nacionales para todo tipo de delirio político e ideológico, pesquisaba cada centavo que podía llegar a las necesitadas manos de estas mujeres. Incluso cuando la líder de este movimiento pacífico entró a la sala de terapia intensiva, la prensa nacional seguía injuriándola a través de un serial retransmitido en el horario estelar de la noche.

Con fuertes dolores articulares, falta de aire y decaimiento, Laura Pollán fue internada muy grave en uno de esos hospitales habaneros donde sobra el talento médico y escasean las luminarias y los desinfectantes para el baño. Ante la gravedad, su familia fue consultada sobre si la paciente podría ser trasladada a una lujosa clínica destinada para militares. Sin embargo, ella lo había advertido antes de perder el conocimiento con los sedantes: «Me quedo en el hospital del pueblo». Y allí murió, después de que tardaron más de cinco días en diagnosticarle un dengue hemorrágico, en un país que desde hace meses vive una epidemia de ese virus y donde el sonido de la fumigación contra el Aedes Aegypti ya se ha vuelto parte inseparable de nuestra cotidianidad.

Aunque una buena parte de los periódicos del mundo difundieron la noticia de la defunción de esta reconocida mujer, el Granma y el resto de nuestros deslucidos diarios nacionales guardan todavía silencio. Tal reacción de mutismo puede estar dada por la falta de grandeza de un Gobierno que no sabe mostrar sus condolencias ante la muerte de un adversario. Pero también tanta reserva viene del miedo que le tenían a esta pequeña maestra, el temor que ahora mismo les crece en la garganta al saberla convertida en un símbolo. La líder de las Damas de Blanco ha muerto y ya nadie en esta isla podrá llevar un gladiolo entre las manos sin pensar en Laura Pollán.

Por Yoani Sánchez


El castigo de Eliécer

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Dejar en ridículo a un alto dirigente del régimen no sale gratis.

Dejar en ridículo a un alto dirigente del régimen cubano no sale gratis. El joven Eliécer Ávila se soltó de la lengua y ahora paga el precio de su atrevimiento. Pero la revolución es generosa y, en lugar de mandarlo a la cárcel, lo ha condenado al destierro en el pequeño pueblo donde nació hace 25 años. Ahí, en Puerto Padre, muy lejos de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) de La Habana donde estudió, Eliécer no puede ejercer su carrera profesional y malvive vendiendo helados bajo la mirada atenta de la policía política. Ese hijo de campesino, que puso en la picota al presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, no pertenece a la oposición, pero sí a ese ejército de jóvenes, cada día más numerosos, que no se sienten representados por sus viejos dirigentes y anhelan cambios radicales en la conducción del país.

Gracias a un corresponsal de Diario de Cuba que vive en el mismo pueblo, hemos tenido noticias de Eliécer después de tres años de silencio. En una breve entrevista el ingeniero informático cuenta que trabaja en la pequeña heladería montada por su exesposa a raíz de la tímida apertura a favor del trabajo por cuenta propia. Deja entender que las cosas no andan bien en términos económicos, pero es lo que hay. No dice más, y el periodista no intenta sonsacarle algunos comentarios políticos. No está el horno para bollos en estos días de redadas contra los inconformes, y Eliécer está lejos de todos sus amigos de La Habana, que ya no pueden arroparle.

Al revisar los artículos publicados en 2008 a raíz del incidente con Ricardo Alarcón, me di cuenta de que Eliécer había sido muy atrevido en sus críticas al régimen y a la vieja guardia. Todo empezó con unas preguntas incómodas a Ricardo Alarcón en el transcurso de una reunión a puerta cerrada con unos 200 estudiantes de la UCI, la universidad creada y mimada por el propio Fidel Castro. El escándalo estalló cuando alguien filtró el video a la prensa internacional y luego lo subió a internet. «¿Por qué el pueblo de Cuba no cuenta con la posibilidad viable de ir a hoteles o viajar a distintos lugares del mundo?», preguntó Eliécer al presidente del Parlamento. El viejo apparatchik se descolgó con una respuesta absurda, que incitó a los estudiantes a seguir con el interrogatorio. Alarcón, siempre tan seguro de sí mismo en los foros internacionales, tartamudeó una frase que ha quedado en el Guinness de los disparates: «Si todo el mundo, los 6,000 millones de habitantes, pudieran viajar a donde quisieran, la trabazón que habría en los aires del planeta sería enorme. Los que viajan realmente son una minoría».

Los estudiantes expresaron también su inconformidad con el sistema electoral, el sistema de doble moneda o las restricciones al uso de internet para la población en general. No obtuvieron una sola respuesta satisfactoria. En el video se ve a un Alarcón molesto y con el rostro desencajado. Corrió el rumor de que Eliécer había sido detenido. En realidad, solo lo habían convocado para que reafirmara sus convicciones revolucionarias en unas entrevistas televisadas destinadas al público extranjero. Como suele pasar en esas situaciones, el tiro les salió por la culata. Nadie creyó la versión oficial, y el propio Eliécer se encargaría, unos meses después, de derrumbar el teatrito montado por el régimen con unas declaraciones valientes que deben de haber irritado aún más a sus antiguos protectores de la UCI.

En aquella entrevista, con el mismo periodista que lo acaba de «resucitar» esta semana, Eliécer criticó «el endiosamiento de los máximos dirigentes, de manera que con el tiempo solo es verdad lo que sale de sus bocas, haciendo que sus ideas, a veces erróneas, se ejecuten sin ser sometidas a ningún análisis práctico y menos crítico». Fue incluso más allá: «En las altas esferas del gobierno tenemos hombres que nunca han vivido un solo día como ciudadanos cubanos de a pie [y] tampoco se han acostado con hambre…». Y, para rematar, denunció «la extrema corrupción que abarca todas las esferas del país» y señaló el estado lamentable del sistema de salud. Todo esto dicho por un joven que había sido seleccionado para participar en la guerra informática contra el «enemigo externo» e impedir el acceso de los cubanos a internet. Eso, sí, tiene que ser un motivo de preocupación para los dirigentes cubanos. Y de alegría para la oposición, que necesita el apoyo de las nuevas generaciones para forzar el cambio.

Fuente: Diario de Cuba


Laura se fue, Laura no está…

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Por los mismos días en que Laura Pollán agonizaba en terapia intensiva, en la televisión retransmitían un esquemático serial donde se injuriaba a la líder de las Damas de Blanco. Entre los signos más notables de la falta de grandeza del gobierno cubano está su incapacidad para respetar al adversario político, incluso cuando éste se está muriendo. Un sistema que se regodea tanto en el ritual funerario de los suyos, se comporta desconsiderado a la hora de tratar los difuntos de los otros. Esa ausencia de compasión lo llevó a desplegar anoche un burdo operativo policial dentro y fuera del hospital Calixto García, a cambiar el cuerpo de Laura varias veces de ambulancia para que no supiéramos hacia qué morgue lo llevaban y finalmente a no sacar, siquiera, una breve nota necrológica en la prensa nacional. Si honrar honra, en este caso denigrar denigra. Han perdido una última oportunidad de aparentar –al menos– que son piadosos.

¿Cómo se sienten ahora todas esas mujeres llevadas a gritar y a insultar frente a la puerta de Neptuno 963? ¿Qué estarán pensando en este mismo momento los miembros de la tropa de choque que zarandeó y golpeó a Laura el 24 de septiembre pasado? ¿Algún remordimiento entre los oficiales de la Seguridad del Estado que dirigieron tantos mítines de repudio contra una señora pacífica que pasaba de los sesenta? ¿Cuál de ellos va a tener al menos la humildad de musitar una condolencia, de aventurar un pésame? Lamentablemente, para todas esas preguntas la respuesta sigue siendo el infinito rencor ideológico del que no sabe rendir tributo al contrincante. Laura se les fue –se nos fue– y perdieron la oportunidad de reparar tantas infamias. Creyeron que por colgarle epítetos degradantes, impedirle salir de su casa, acusarla de “apátrida”, iban a evitar que la gente se acercara y la quisiera. Pero en la madrugada pasada, una funeraria repleta de amigos y conocidos negaba el efecto de tal satanización.

Laura se fue y ahora todos los actos de odio que hicieron contra ella resuenan más grotescos. Laura se fue y nos dejó un país desperezándose de un totalitarismo vetusto que no sabe decir siquiera “lo siento”. Laura se fue, para tristeza de su familia, de sus Damas de Blanco y de cada gladiolo que ha crecido y crecerá sobre esta Isla larga y estrecha. Laura se fue, Laura no está y no hay un solo uniforme verdeolivo que parezca limpio frente al blanco resplandor de su indumentaria.


Por Yoani Sánchez

Seis blogueros cubanos juegan a ser Rey por un día

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¿Alguna vez se han puesto a pensar, qué cambiarían si pudieran dirigir Cuba por un día? Los blogueros cubanos nos ofrecen su punto de vista. Lo que hoy es un sueño, mañana puede ser la realidad de la Isla.

Algunos pueblos antiguos tenían por costumbre sacrificar a sus reyes anualmente en busca de la fertilidad de la tierra. Cada nuevo gobernante ascendía al trono con la certeza de que sería asesinado para contentar a los dioses con su sangre.

Paulatinamente los reyes de turno se las ingeniaron para alargar su tiempo de vida, hasta que una idea les iluminó el camino al poder perpetuo: el día del sacrificio anual un rey sustituto sería nombrado. Los súbditos obedecerían sus mandatos y lo complacerían en todo tipo de excesos. Pero pasadas 24 horas, caería su corona para siempre.

Martinoticias.com propone a los blogueros de Cuba el sueño de ser reyes por un día.

Si durante 24 horas tuvieran el poder de dirigir Cuba, según sus conocimientos y experiencias, ¿qué cambiarían?

Yoani Sánchez: Uno de los principales cambios que habría que hacer sería en el tema de la libertad de asociación y de expresión. Ese puede ser un detonante para cambios más trascendentales. Desamordazar a los cubanos sería uno de mis primeros pasos.

Henry Constantin: Pediría información y libertad, información por todos lados, de todo tipo y sin ningún tipo de censura. ¡Qué todo el mundo exponga sus ideas, incluso las más arriesgadas!

Permitiría la libre empresa, con regulaciones por supuesto, en la que se permita la competencia, la inversión extrajera y la inversión nacional, sobre todo de los ciudadanos, no solamente del estado.

Quisiera que las iglesias pudieran tener sus escuelas como una vez las tuvieron, para que quienes quieran educar a sus hijos de manera distinta al estado, lo puedan hacer. Eliminaría algo que atormenta a los jóvenes: el servicio militar obligatorio. Si una persona no quiere una preparación militar con el fin que sea, no tiene que hacerlo, para que no se vea la defensa de la patria como un castigo. Repararía el error histórico de que los que se iban de Cuba dejaban de ser ciudadanos cubanos y les daría iguales derechos a sus descendientes, donde quiera que estén. Quitaría todos los trámites burocráticos para salir del país, y para adquirir casas y carros. Se deben reparar las relaciones que existen con la parte más próspera del mundo: Estados Unidos y Europa. Y las cárceles serían solo para los presos comunes. En ellas no tiene que haber nadie preso por lo que piense.

Laritza Diversent: Convocaría a una asamblea constituyente que diera lugar a una nueva constitución. De allí en adelante hay que reestructurar todo el sistema legal, en el que se garantice de forma primordial el respeto a los derechos civiles, políticos… los derechos humanos de forma general.

Gorki Águila: Ese poder no me interesaría tenerlo. La burocracia no me interesa y mucho menos cargos políticos. No creo tener la suficiente responsabilidad como para representar a un pueblo. Yo cada vez que hablo y protesto por lo que pasa en mi país hablo a nombre mío. Por tanto haría lo mismo que estoy haciendo ahora: yo corro el riesgo de asumir mi libertad en un país que no ofrece libertad al individuo.

Dimas Castellanos: Lo primero que yo haría sería revisar la ley 251 de la entrega de la tierra en usufructo y la llevaría hasta la entrega como propiedad a los campesinos, como mínimo con 5 caballerías. Habrá que permitir entonces un conjunto de medianas y pequeñas empresas.

La misma agricultura va a provocar la reanimación de un montón de sectores de nuestra economía. Todo encaminado a que el cubano se sienta partícipe de los acontecimientos. Hasta que no haya multipartidismo y se escuchen todas las diversas opiniones que puedan existir en la nación cubana, no habrá solución. Hay una historia constitucional que fue borrada y que hay que restituirla.

Mario Lleonart: Tendría que virar todo completamente al revés, porque aquí todo está destruido. Lo primero sería realizar unas elecciones bien limpias, para que todos los partidos pudieran postularse y que el poder lo tomara el que fuera elegido por la población. Así yo mismo descansaría de esta responsabilidad tan grande. Pondría los medios de difusión en manos de aquellos que quisieran trasmitir sus mensajes. No más monopolio informativo.

¿Con quién compartirían el poder?

Yoani: Probablemente sería con alguien que haya nacido en los últimos 50 años, o sea con una persona joven, con proyección de futuro, que estuviera formado en el campo de las humanidades o de la economía. Pero nombres no tengo, están por descubrir los nombres de los políticos del futuro.

Diversent: El poder lo tendría inmediatamente una asamblea constituyente.

Constantin: Con todas las personas, inclusive aquellas que no tengan una visión democrática. Me gustaría que existiese un parlamento, donde hubiese opiniones diversas, allí cabrían todas, desde izquierda hasta derecha. No importa que hubiese opositores porque todo esto balancearía las cosas. Pero sería importante compartirlo con todos, incluso los que piensen contrario a mí, pero siempre con opiniones constructivas. No cabria nadie que hiciese daño a los demás.

Dimas: Estas medidas tendrían que avanzar en acuerdo con las mismas fuerzas que tienen el poder, porque el problema es que el poder en Cuba esta totalmente concentrado y no existe sociedad civil, ni ninguna fuerza alternativa. Habrá que compartir con todo el que los ciudadanos cubanos consideren que debe estar ahí. No puede haber más decisiones de un partido único. Habrá que ir a un plebiscito para que sean los ciudadanos los que decidan con quien compartir el poder.

¿De quién solicitarían consejo?

Lleonart: Escucharía consejo de personas con mucha experiencia, de buena reputación y moral limpia. En La Biblia está la historia de un rey que quiso escuchar consejo solamente de las personas jóvenes y le fue muy mal. Quisiera tener la certeza de que no me estuviesen engañando, aunque cuando no piensen igual que yo.

Dimas: Hay que tomar en cuenta la experiencia de Brasil, porque es un país que emergió del tercer mundo y sin embargo con una política determinada, ha logrado salir a flote. Analizaría como fue que estos proyectos se han ido insertando. Escucharía opiniones de todos, y en particular de los cubanos, que están en los Estados Unidos, pues allí tienen bastante experiencia económica y política, en cuanto a democracia, saben convivir con el diferente. Hay que adaptarse a las condiciones de aquí ahora, pero esa experiencia no se puede despreciar.

Yoani: De todas las personas que se han sacrificado y han sufrido mucho por que llegué este día: disidentes, periodistas independientes, exiliados en todas partes del mundo, y gente que se ha callado aquí y que va querer hablar en esa convención. Hay que tener la oreja pegada a la tierra para poder escucharlos a todos.

¿Qué crearían y qué destruirían?

Diversent: Yo desaparecería el consejo de estado, un órgano que está ahí por gusto, con muy fácil elección y demasiado poder. Crearía un gobierno de transición, que garantice el orden en ese periodo de cambio, hasta que se reúna la asamblea y se de lugar a una nueva organización política.

Yoani: La policía política la desmantelaría totalmente, porque no tendría ninguna razón de ser y crearía muchos periódicos libres y muchos espacios de debate.

Dimas: Hay que destruir la cultura impuesta por un grupo de “iluminados” que llegaron al poder y deciden en nombre de toda la sociedad lo que se debe hacer sin escuchar a nadie. Y lo peor: deciden para las generaciones que vienen. Ese carácter irrevocable a que se llevó la revolución en 2002 es un absurdo tan grande… porque la constitución es precisamente el reflejo de lo que existe en cada momento.

Constantin: En Cuba, la cosa es más de crear: crear el espacio masivo de acceso al internet, el conocimiento de cómo se manejan los blogs y los twitters, y para qué sirven, pues son las herramientas más fuertes hoy por hoy para compartir información. Crear una prensa vasta, plural y lo más independiente posible de todos los poderes que puedan haber. La carencia de información en nuestro país, impide que las personas tengan ideas propias.

¿Cómo titularían su primera y única proclama?

Yoani: Despenalizar la discrepancia.

Constantin: Con todos y para el bien de todos.

Dimas: Con todos y para el bien de todos, como dijo Martí, y le agregaría otra frase de él: Crear un país de muchos pequeños propietarios.

Lleonart: Vida, vida y vida.

Diversent: Es la Nueva República.

Gorki: Se llamaría Libertad.

Las quimeras de un día pueden ser las realidades del mañana. Bajo ese precepto los reyes por un día sueñan. Las coincidencias en sus opiniones hablan de la Cuba deseada y de la Cuba carecida.

Al escuchar sus mandatos, solo se tiene una certeza: le será difícil al rey perpetuo darles la copa de veneno al final del día. Su vida, y no su muerte, fertilizará la tierra cubana y de ella brotará para alivio de todos: la democracia.

FUENTE: MartiNoticias

¿Usted sabía?

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¿Ud. sabía que en Cuba la libreta de racionamiento se calcula para 1800 calorías, y que muchos productos de la libreta son puras fantasías y otras dependen de la cosecha?

¿Ud. sabía que hace 4 años la libreta de racionamiento era de 1600 calorías, y hubo una epidemia de enfermedades mentales y niños nacidos defectuosos, y que Fidel culpó a la CIA de una presunta guerra biológica, y que la OMS (Organización Mundial de la Salud) determinó que era un problema de AVITAMINOSIS, por falta de vitaminas y proteínas en el racionamiento, y la OMS envió pastillas multivitamínicas a Cuba, y el racionamiento tuvieron que subirlo a 1800 calorías?

¿Ud. sabía que el campesino que sacrifique una de sus vacas, becerro o buey para alimentar a su familia o vender la carne va a la cárcel por 5 años?

¿Ud. sabía que al campesino que le roben una pieza de ganado lo multan por muchos pesos (equivalente a 4 meses de salario) y la tercera vez que le suceda le decomisan todos los animales y le suprimen de por vida el derecho de criar?

¿Ud. sabía que en Cuba no se consigue, ni es incluido en la libreta de racionamiento el PAPEL TOILETTE, JABON, TOALLAS SANITARIAS Y LECHE PARA ADULTOS, entre otras cosas?

¿Ud. sabía que en Cuba está prohibido al cubano el acceso al INTERNET, que es delito que se castiga con prisión leer algo que no permita el régimen escuchar radios y ver TV extranjeras, y que es delito opinar libremente, que los Comité de Defensa de la Revolución, que funcionan en cada cuadra, llevan un registro de las actividades de todos los vecinos y que Ud. y su familia se las verían muy mal si consideran que Uds. son sospechosos de no apoyar al sistema?

¿Ud. sabe que en Cuba las tuberías de agua están vencidas y destartaladas y más del 50% de los hogares no reciben agua directa, que el agua, donde llega, es solo por horas, y que los camiones de reparto de agua «la Pipa», sólo van una vez por semana para que llenen sus «mondongueras»?

¿Ud. sabía que la electricidad sólo llega por horas, donde llega, y que los apagones son constantes todos los días, dañando los pocos equipos eléctricos que aún existen?

¿Ud. sabía que Fidel justifica su revolución con sus presuntos éxitos en salud y educación, pero Ud. Sabía que en salud sólo ocupan, según las estadísticas más recientes de la OMS, el puesto # 5 de Latinoamérica, detrás de Chile, Argentina, Uruguay, entre otros, y apenas 2 puestos antes de Venezuela, que estamos en el #7?

¿Ud. sabía que en educación Cuba está detrás de Chile, Argentina, Uruguay y Costa Rica, según la UNESCO?. Nota: Ud. puede verificar las estadísticas de la UNESCO y OMS por Internet.

¿Ud. sabía que en el convenio Cuba-USA firmado a raíz de la multiplicación de balseros, USA recibe anualmente en forma legal 22 mil cubanos, y que las listas de la Sección de Intereses de USA en La Habana, tiene registrados mas de 700 mil aspirantes a irse, a pesar que a quien lo fichan pidiendo puesto en la lista sufre las peores represalias, lo botan de los trabajos, les mandan a los hijos a escuelas especiales de re-educación revolucionaria, etc.?

¿Ud. sabía que a pesar de todo, quien tenga acceso a una embarcación y consiga una brújula, se lanza al «mar de la felicidad» huyendo de aquel infierno?.

¿Ud. sabía que Fidel usa como excusa de su tremendo fracaso un presunto bloqueo del imperialismo, cuando su Canciller Pérez Roque se jacta de que Cuba tiene relaciones comerciales con 115 países, y que recibe créditos preferenciales de la Banca de la Unión Europea, y que realmente lo que pasa es que Cuba no tiene nada que vender, ni con qué pagar, que sus industrias son muy atrasadas en tecnología, con excesiva burocracia por el enorme desempleo, dirigidas por líderes políticos y personajes fieles a la revolución en vez de una Gerencia Profesional, que son improductivas y no pueden competir internacionalmente?

¿Ud. sabía que Cuba no tiene con qué pagarle a Venezuela el Crédito-Regalo petrolero de Chávez, y el presunto pago, es otro Préstamo-Regalo de Chávez, enviando pacientes a los destartalados hospitales habaneros, donde el equipamiento es muy pobre porque no tienen como pagar por los avanzados equipos modernos de los «imperialistas»?

¿Sabía Ud. que las JINETERAS, prostitutas cubanas, son el más moderno ejemplo de la nueva moral revolucionaria?

Por último, ¿Ud. sabía que Cuba es el último reducto de un sistema que fue sacado a patadas por el pueblo en los países de Europa Oriental, y que los habitantes de esos países consideran que aquello fue una pesadilla que no quieren recordar jamás, y que los Partidos Comunistas avergonzados despreciados, se cambiaron de nombre para engañar con otra máscara?

Bueno, ahora lo sabe.

El mayor cínico de la historia. (*)

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En la historia de la humanidad han existido grandes mentirosos, personajes que han protagonizado acontecimientos sociales a expensas de trucos y engaños, de prometer con su liderazgo el cumplimiento de programas revolucionarios que ni remotamente pensaron cumplir, personajes que han estafado la conciencia social para conseguir sus fines de poder y gloria.

A estos hombres José Martí los llamó “arteros envenenadores”. En mayo de 1894, alertaba a su amigo Fermín Valdés Domínguez, en una carta escrita desde Nueva York: “Dos peligros tiene la idea socialista como tantas otras: -el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, -y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados.”

El comunismo, al igual que el naci-fascismo, a través de sus doctrinas de terror y exterminio arrastraron a muchos incautos, a muchos envidiosos, a muchos enfermizos lacayos tras sus enunciados, entre éstos el de crear el “hombre nuevo” (comunista) o el “hombre superior” (naci-fascista) y son demasiadas las coincidencias. Muchos se sintieron después avergonzados y pidieron perdón a la humanidad por apoyar tan nefastas doctrinas, con la excusa de que no conocían los verdaderos propósitos de sus líderes, de que fueron engañados por éstos, por sus discursos y promesas de bienestar para la humanidad. Pero otros aún persisten en lo mismo con nuevos disfraces y quieren que olvidemos sus crímenes.

Pero es que han visto que históricamente el truco les funcionó a personajes que como Hitler y Lenin arrastraron a las masas siempre olvidadizas o ignorantes hacia las desgracias que producen estos depredadores morales de la sociedad. Increíblemente muchos vuelven a confiar y a apoyar a estos personajes que imitan o tratan de imitar a sus maestros históricos, mezclando estridencias y escándalos políticos con carisma y discursos oníricos o utópicos. La mayoría de ellos nunca mostraron en sus inicios la verdadera cara, el verdadero objetivo o super-objetivo. Y cuando algunos seguidores reaccionaron frente al engaño, ya fue demasiado tarde y pagaron con cárcel, destierro o muerte la equivocación.

El más reciente ejemplo, es el Hugo Chávez de Venezuela, que ya llueve sobre mojado, y todavía encuentra seguidores, esos que esperan la llegada al poder de personajes como él para descargar su envidia y su odio contra la propiedad privada, contra los que realmente aportan a la economía y al desarrollo, pues dan de sí lo que tienen (talento, voluntad y trabajo) en lugar de esperar que el gobierno les dé como limosna lo que les quita a otros. Este cínico discípulo trasnochado del gran cínico Fidel Castro, arremete contra toda armónica relación y contra los propios venezolanos que le dieron ingenuamente su voto en las urnas. Y ya es quizás demasiado tarde para eliminar el cálculo maquiavélico que inspiró en estos engendros la pericia y astucia para que fuesen amados por unos, odiados por otros y temidos por todos hasta el día de su muerte, pues juran que sólo la muerte los separaría del poder conquistado y mantenido a sangre y fuego.

Todavía podemos recordar las promesas y los trucos de Fidel Castro que le sirvieron para llegar y luego consolidar su poder en Cuba por casi cincuenta años. Los seguidores que descubrieron sus artimañas des

de el principio y se rebelaron, fueron eliminados por él y por el fanatismo del pueblo profesado al supuesto “líder revolucionario” que los llevaría a la distribución equitativa de las riquezas, a la justicia social y a la prosperidad. Con la mayor frialdad del mundo estos líderes orquestan sus mentiras de tal manera que resultan convincentes y difíciles de desenmascarar.

Recordamos las palabras de Fidel Castro en el juicio al comandante Huber Matos, segundo hombre de la revolución cubana, condenado a 20 años de prisión por desenmascarar las intenciones comunistas y dictatoriales del líder de la revolución cubana.

“… y yo creo que debemos discutir aquí esa cuestión ideológica, debemos agarrar por los cuernos aquí el truquito del comunismo, el truquito que han inventado, es el fantasma a que han acudido y donde han acudido de manera especial en este juicio para hacerle el juego a los enemigos de la revolución cubana y vamos aquí a desenmascarar el argumento, porque basta ya, que es una postura muy cómoda venir a pararse aquí a acusar de comunista a la revolución…”

Y luego, más adelante en estas mismas declaraciones contra Huber Matos, con gran cinismo, Castro agregó: “¿Y después qué explicación le daba yo al pueblo? ¿Cuándo me ha visto nadie a mí mentirle al pueblo? (…) ¿Quién ha visto que el estilo de nuestro gobierno sea un estilo de secreto para el pueblo?” Estas expresiones indignan, porque conocemos lo que hizo después.

Recientemente la prestigiosa revista especializada Forbes, dedicada a temas económicos y financieros incluyó a Fidel Castro en el séptimo lugar de la lista de los diez mandatarios más ricos del mundo, con una fortuna estimada en 900 millones de dólares. Entonces Castro se quejó públicamente y amenazó con renunciar al gobierno si se demostraba que tenía un solo dólar en su cuenta. ¿Podemos creer en este cínico que ha gobernado durante casi cincuenta años a base de engaños y mentiras? Prometió elecciones pluripartidistas y jamás ha cumplido. Prometió “una revolución cubanísima como las palmas” y luego se declaró comunista.

Recordemos la entrevista que le hizo el periodista católico José Ignacio Rasco en abril de 1959 en la cual Fidel Castro expresó:

«No soy comunista por tres razones, y te lo digo para tu tranquilidad espiritual. Primero, porque el comunismo es la dictadura de una sola clase y yo he luchado toda mi vida contra las dictaduras y no voy a caer en una dictadura del proletariado. La segunda razón, porque el comunismo significa odio y luchas de clases y yo estoy en contra completamente de esa filosofía. Y la tercera porque el comunismo lucha contra Dios y la iglesia…»

Por la falta de ética patentizada en éstas y otras reiteradas acciones y expresiones, he catalogado a Fidel Castro como “el mayor cínico de la historia” en mi libro-ensayo El único José Martí, principal opositor a Fidel Castro.

La revista Forbes reafirmó nuevamente sus argumentos. «No me sorprende su reacción», dijo la reportera, él «no quiere que los cubanos sepan esto». Pero ni siquiera podemos creerle de que cumplirá su promesa de renunciar al poder. En realidad si hubiera tenido un mínimo de vergüenza debió haber renunciado en el año 1970 cuando paralizó el país y prometió contra todos los pronósticos hacer una zafra azucarera de diez millones de toneladas de azúcar y sólo produjo ocho; pero entonces declaró con el mayor cinismo: “Vamos a convertir el revés en victoria” para después destruir poco a poco la tradicional industria de la economía cubana; o en el año 1980 cuando se produjo un masivo rechazo a su régimen con el más grande éxodo humano a través del mar que recuerda la historia; pero entonces creó sus brigadas de represión comunista para perseguir, reprimir y torturar a los que disienten. Cuando vemos surgir nuevamente en América estos engendros pervertidos que nos imponen férreas dictaduras con disfraces de revolución, avizoramos nuevos peligros para la libertad de los pueblos.

(*) Por Ismael Sambra

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CUBA: Enriquecimiento de Fidel basado en desinformación de los cubanos. (*)

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La Cuba que visite en días pasados no refleja la información de la Revista financiera Forbes que en el año 2006, mostraba la fortuna del dictador Cubano Fidel Castro en 900 millones de dólares, ubicándolo en el séptimo puesto entre los mandatarios más ricos del mundo.

Por supuesto que los cubanos no saben esto y toda información que pueda tocar sus puertas que no convenga, será mostrada como producto del “imperio yanqui”. Sin embargo la miseria que inunda la isla por doquier haría que cualquier información real conocida por el pueblo que sufre, se convierta en una bomba de tiempo para los intereses de los Castro.
En el país de la desinformación, gracias a Fidel, los cubanos viven con pavor de lo que el régimen haga. Claro, si se dieran cuenta que no tienen por qué aguantarse la miseria que les brinda Fidel y su régimen, podrían cambiar de vida así como lo están haciendo en medio oriente varios países.
Fidel no permite que la gente tenga celulares, tener un celular cuesta el equivalente al salario mensual para un cubano raso. Que entre otras cosas es de 10 dólares mensuales, como todos comprenderán, nadie vive de eso, pero todo sea por la revolución, la revolución económica personal de Fidel. O come o habla por celular, ¿que escogería usted?.
Por supuesto, los que tienen celular no tienen plan de datos, los cubanos no saben bien qué es eso. Es decir, no tienen la posibilidad de educarse, realizar transacciones, aumentar su productividad y tantas otras cosas que para el mundo en la actualidad son parte de la vida cotidiana a través de la tecnología. Claro, los que tienen celular no pueden llamar porque también les cuesta un ojo de la cara.
Como me decía un taxista cubano: “en sus países conocen a las personas que están en la miseria, porque viven en la calle pidiendo dinero, en Cuba, los indigentes están dentro de las casas, y son todos”.
Es increíble el nivel de obras inconclusas o con andamios llenos ya de vegetación, producto de la parálisis económica de ese país, sumergido en el socialismo, improductivo, esclavizante y adormecedor.
Las librerías de la Habana contienen únicamente literatura guerrillera, resulta fácil encontrar el best seller “la Guerra de Guerrillas”, escrito por el Che. Literatura que se llevan los incautos jóvenes turistas europeos, que confunden al Che con Tarzan y a Fidel con una especie de Moisés en decadencia.
La pobreza en Cuba está por doquier y el principal afectado es el pueblo cubano, a quienes se les ha infundido por parte de Fidel una especie de creencia en que son mártires del socialismo, santos de la guerrilla. A costa de cuyo sufrimiento en medio de la desolación del país, deben aguantar las migajas que el régimen les tira al piso.
Los vendedores del órgano informativo del régimen, el Granma, son personas de la tercera edad, que entregan el periódico a cambio de cualquier moneda, caminan por las calles de la ciudad descompuestos, hambrientos y solitarios. Sacados de un cuento de terror, esos ancianitos sufren física hambre mientras son usados por el régimen para entregar a los turistas el periódico que alaba las maravillas del régimen de miseria en el que viven.
Como nadie vive de 10 dólares al mes, se ha generado toda una economía informal, basada en el contrabando de puros, prostitución y abuso de cobros al incauto turista. Claro, todas las anteriores son prohibidas por el régimen, pero, ante el conocimiento de su ineptitud y buscando no gobernar sobre cadáveres, todo lo permite de manera solapada.
Si alguien se expresa de manera contraria a Fidel y su régimen comunista, es llevado a las mazmorras al estilo de los antiguos esclavistas. La policía traída de oriente a la ciudad de la Habana es más obediente ya que, al provenir de la provincia, su ingenuidad de sentirse traído a la ciudad, los hace ser presas fáciles, obedientes ciegos a Fidel.
Los músicos que pululan en la Habana tocan de manera maravillosa repertorios de los cincuentas, paralizados en la historia, estos artistas deben supeditar su arte a las ideas del régimen. No salirse del Guantamera de Marti es una regla y bailar al ritmo del son cubano como si fueran libres debe ser su mayor puesta en escena.
Los automóviles de los años 40s y 50s que transitan por las calles Cubanas y que se han vuelto un icono del país, en realidad están allí, ante la imposibilidad del régimen de permitirle al pueblo escoger lo que más quiera, cambiar de auto o mejorar año tras año, eso, gracias a Fidel, no existe en Cuba.
Desde que Fidel tomó el poder, el país quedo paralizado en el tiempo. Y como sabemos, lo que no mejora, empeora. Esa es la triste realidad de una Cuba que camina sobre la base de la desinformación.
(*) Por Samuel Angel. Director Ejecutivo del Instituto Libertad Prosperidad y Democracia en Bogotá, Colombia.
Fuente: HACER